copas-champagneQuedan aún dos semanas para cerrar el año pero, pasado el puente de diciembre, es común tanto a nivel personal como profesional, comenzar a hacer balance del año. Y en el caso del camping, todos los datos apuntan a que éste ha sido positivo. Además de la temporada alta, con cifras de en torno al 80% de ocupación en julio y prácticamente un 100% durante agosto, con cientos de campings completos (a pesar de las quejas de muchos empresarios por la merma de su rentabilidad final debida descenso del gasto de los clientes en restauración y ocio), la ocupación media de los campings abiertos en otoño ha sido aceptable y la vuelta del cliente europeo también parece haber superado el parón de años pasados debido a la inestabilidad tras la COVID-19.

El camping avanza también en la dirección correcta a la hora de ofrecer unas instalaciones de calidad, a la altura de las demandas del nuevo perfil de cliente que está conociendo este tipo de instalaciones por vez primera y que, salvo excepciones, una vez que prueba, normalmente repite. Se cumple así el deseo expresado por la presidenta de la FEEC, Ana Beriaín, hace ahora un año, cuando pedía «mucha salud y muchos turistas» para 2023 y avanzamos hacia 2024 con previsiones de que será también bueno para el sector si no se baja la guardia y se continúa apostando por la formación de gerentes y empleados de los establecimientos, por invertir en alojamientos y servicios de calidad (a pesar del incremento de los costes para el empresario) y por seguir uniendo fuerzas para luchar por un sector que, por fin, se va posicionando en el lugar que se merece: ser el referente en turismo de naturaleza en España.

 

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