viernes, 26 de abril de 2024
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Día de la mujer

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agnes-collNació en 1973 y es hija de una pionera en el mundo del camping (su madre, Ana Isern regentó el camping L’Amfora en la Costa Brava durante muchos años, del que era propietaria junto a su marido, Pierre Coll). Desde niña sus padres le inculcaron en el valor del trabajo y empezó a hacer sus pinitos en el negocio cuando tenía solo 16 años durante los veranos: recepción, bar, restaurante, compras… A los 18 años se fue a Girona a estudiar Turismo y los veranos seguía trabajando en el camping o en la agencia de viajes que su padre tenía en La Jonquera. Al terminar la carrera se fue a Lausanne (Suiza) a cursar Hotelería y después hizo prácticas en Suiza, Luxemburgo y Francia (limpieza, recepción y recursos humanos)  y trabajó unos años en la hotelería tradicional como jefe de recepción, reservas y conserjería en Cannes (Francia). Hablamos con Agnes Coll, gerente desde hace casi dos décadas del camping Turiscampo, en el Algarve portugués. Una mujer independiente, que habla fluidamente varios idiomas, y que se convierte en nuestra protagonista de hoy en este homenaje a la mujer del camping.

– ¿Qué es lo que más te llama la atención del mundo del camping?

-Lo que más me interesa y me llama la atención es la diversidad y la creatividad del trabajo: tenemos que ser arquitectos, ingenieros, financieros, artistas, psicólogos y nunca olvidarnos que nuestra esencia es el cliente.

Agnes y Pierre– En 2003 tu familia adquirió el camping Turiscampo y allí te fuiste con tu hermana. ¿Cómo fue tu llegada a Portugal tras haber vivido en Francia y España?

-Fue un desembarque radical. Llegamos a mitad de junio, ya teníamos la temporada encima con poco conocimiento del terreno, del cliente, del producto, de nuestros colaboradores, de las leyes, las costumbres y también del idioma, aunque eso fue lo de menos.

– ¿Cómo era Turiscampo en ese momento y cómo es hoy día?

-Turiscampo era un camping con potencial pero colgado en el tiempo. “La prehistoria y la Edad Moderna”, así lo definiría yo. Había cinco empleados en invierno y a día de hoy tenemos 80 en temporada baja. Cuando compramos el camping, los mobil-homes que había instalados tenían 30 años (¡los mismos que yo en ese momento, nunca lo olvidaré!). No había ordenadores, ni tenían web, ni organigama, ni control… En realidad había muy poquita cosa profesional. Lo que tenía de bueno es que estaba abierto todo el año y localizado en el Algarve, un lugar de paso y con potencial, que fue lo que vieron mis padres. Como ellos decían, aunque no nos conozca nadie el primer año, piensa que estamos en una carretera nacional, es decir, que casi todo el que visite el Algarve y quiera ir a Sagres (el punto más occidental de Europa) nos verá. En realidad nos trasladamos de una punta a otra de la Península Ibérica, del Cap de Creus a Sagres. Por eso, la primera obra que se hizo fue cambiar la entrada.

familia Coll-Un camping familiar en el que ya desde el primer momento tú te conviertes en la cara visible, ¿cómo has llevado y llevas esa dosis de responsabilidad y cuál es el papel del resto de la familia en el negocio?

-La responsabilidad la tenemos todos, mis hermanos y yo lo debemos todo a mis padres que confiaron en nosotros y nos dejaron “ manejar la empresa». Tenemos mucha suerte, porque al tener a unos padres muy emprendedores, están siempre a nuestro lado y listos a investir en el progreso. Tengo la suerte de estar al frente del camping y agradezco a toda mi familia de confiar en mí. Claro que es una responsabilidad pero, sobre todo, un gran orgullo. Nos apoyamos todos, nos ayudamos todos, todos ponemos ideas y las defendemos cuando se tienen que defender, pero siempre pesará más el interés familiar.

– ¿Te has encontrado en algún momento de tu carrera profesional alguna traba por el hecho de ser mujer?

-Sí, sobre todo en la hotelería tradicional. Al ser jefe de recepción y tener que trabajar con algunos países y mercados, no querían «hacer negocios” con una mujer.  Y al llegar a Portugal, muchos hombres no me veían como gerente del camping, me preguntaba siempre dónde estaba el jefe, el padre o el marido…

– ¿Y qué significa para ti el Día Internacional de la Mujer?

-Un día en el que se reconoce la lucha de las mujeres por ser reconocidas como tales, por ser tratadas al igual que el hombre, por el derecho de voto, el derecho al aborto, el derecho a tener cualquier lugar de trabajo igual al hombre, “ igualdad de sexo “. Un día muy importante, un día que tenemos que llevar con orgullo, por todas estas mujeres que lucharon por nosotras, un día bonito y conmemorativo.

Ana Isern y Agnes Coll– ¿Quién ha sido la mujer que más te ha inspirado en la vida?

-Simone de Beauvoir, y la primera de todas, mi madre, Ana.

– ¿Qué retos tienes pendientes en el terreno profesional?

-Muchos aún. Continuar la obra que con tanto orgullo mi familia ha creado, “terminar lo interminable”, o sea, la modernización de Turiscampo,. Y es que un camping nunca se termina. Y, sin duda, continuar luchando para que el mundo del camping en Portugal sea mejor valorado, que se vea como un negocio hecho con la misma profesionalidad que la hotelería tradicional, como un “ hotel al aire libre”.

-¿Y en el personal?

-Mi trabajo en el camping es una de mis pasiones en la vida, por esto se me hace difícil hablar de vida personal y profesional por separado, sobre todo cuando el negocio es de familia. Supongo que, como he dicho, continuar creando cosas bonitas en el camping, tener un poquito más de tiempo para viajar y leer y compartirlo con mi marido, familia y amigos.

Agnes Coll de cerca:

  • Un lugar para vivir: El Algarve, Catalunya y Florida (USA)
  • El idioma en el que sueñas: catalán
  • Una persona muy especial: mi marido, Jorge, pero también, mis padres (Ana y Pierre), mis hermanos (François y Cathy) y mi mejor amiga, Cathy.
  • Una canción: el Fado “ Gente da minha terra“ cantado por Mariza.
  • Un momento de tu vida: la primera vez que nos dieron el Superplatz
  • Una prenda de ropa: una americana
  • Un perfume: Coco Mademoiselle, de Chanel
  • Un deseo para este año: salud, clientes contentos y poder viajar.

Isabel Rio Jerte

Tiene 50 años y ha dedicado toda su vida laboral al turismo. Aunque no nació en el camping, ya que sus padres se iniciaron en el negocio cuando ella era ya adolescente, se diplomó en Turismo y al terminar hizo prácticas en un hotel, en una agencia de viajes y trabajó de azafata en ferias de turismo. Hablamos de Isabel María Moreno Merino,  gerente de Campingred Río Jerte y recientemente nombrada Presidenta del Consejo de Administración de Q10 gestión. Es la segunda de nuestras entrevistadas en esta semana de la Mujer 2022.

Esta extremeña nacida en Mérida, donde pasó su infancia, es una amante de los viajes, del deporte, de escuchar música y de pasar el tiempo con sus amigas y su familia (tiene dos hijos de 8 y 16 años), y apuesta por la unión, el respeto, el compromiso, el esfuerzo y la constancia (valores todos que enseña el deporte) para afrontar cada jornada.

– Eres la segunda generación de una familia de empresarios de camping, de hecho, tu padre, José Luis, fue conocido en el sector por ser presidente de la Asociación de Campings de Extremadura durante varios años, ¿en qué año abrió el negocio? ¿era un visionario del turismo en la zona?

-Exacto. La empresa la crearon mis padres en 1986. Ellos se dedicaban a la enseñanza y vivían en Mérida, y su idea fue la de dar a conocer su tierra (el Valle del Jerte), una zona donde en esa época no había ninguna infraestructura turística. Es decir, una propuesta, si cabe, más complicado los inicios.

Como dices, mi padre, fue uno de los fundadores y Presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Extremadura hasta que se jubiló, y una de las cosas que aprendí de él es que solo se llega rápido a los sitios, pero acompañado se llega más lejos. Por eso, yo no concibo llevar el camping sin estar asociado o vinculado de alguna manera al sector, porque de todo se aprende y es en donde te puedes apoyar.

– ¿Cuándo decidiste que querías hacerte cargo, del negocio? 

– Soy la mediana de tres hermanos, y de los tres estudié turismo por decisión propia, aquí mis padres no influyeron para nada. Yo tenía claro que quería seguir con el negocio familiar, y cuando se jubiló mi padre, mi marido Victor y yo cogimos las riendas de la empresa sin más.

– Estudiaste en Salamanca y terminaste la carrera en Francia y Gran Bretaña, ¿tuviste siempre claro que querías volver a la vida rural?

Volver a un pueblo y a la vida rural fue un cambio, sí, pero como yo había elegido estudiar turismo y trabajar en el camping, para mí no fue ningún sacrificio. Adapté mi vida al trabajo.

– De no haberte dedicado al camping, ¿qué otra profesión hubieses elegido?

-La verdad es que no lo sé…

Isabel Rio Jerte– ¿A qué sabía tu niñez? ¿qué recuerdos tienes de la infancia en Mérida y en el pueblo?

– Realmente mi infancia fue bonita. Yo venía a Navaconcejo a veranear hasta los 14 años, que eran los que yo tenía cuando inauguramos el camping. El pueblo pasó de ser mi lugar de vacaciones a ser el sitio donde venía a echar una mano en vacaciones. Los inicios en el camping fueron muy bonitos, eran pocos clientes los que venían. Parecía más bien una familia, tenía hasta mi propia pandilla de amigos de verano, o sea un «Verano azul» (VERANO AZUL). Me divertía y a la vez ayudaba.

-¿Y en qué se diferencia con la infancia de tus hijos?

La infancia de mis hijos también sabe a «Verano Azul».  Para ellos, dejarlos sin verano en el camping es un disgusto.  ¡Y es que el camping es una escuela de vida!

– Crees que un gerente de camping ¿nace o se hace?

-Un gerente tiene que nacer y hacerse, porque la vida en el camping no es fácil, es muy sacrificada. Pero con el tiempo, vas sabiendo que te gusta y, al final, te atrapa.  Además, claro, hay que ponerle pasión a lo que haces. Hay una frase que dice «querer es hacer», pues sin pasión o sin querer no haces nada. Y «hacerse» es importante, hoy en día hay que estar formado y formarse.

– ¿Cuál ha sido la decisión más difícil que has tenido que tomar en tu puesto?

La pandemia ha golpeado a este sector fuertemente y han sido momentos malos. Tomar decisiones de tener que decir ¿nos mantenemos cerrados o abrimos? cuando estaban las restricciones de movilidad de una provincia a otra y entre comunidades. O te iban cambiando las normas de un día para otro y tener que mandar a la gente al ERTE… eso supone una gran tensión.

Yo, con mi padre, vi otras crisis, pero ninguna como esta. Por eso, el tiempo del confinamiento me ayudó a reflexionar sobre toda esta situación y a plantearme la vida desde otra óptica, a cuidarme, a priorizar, a darle sentido, a tener calma y la verdad es que me ha ayudado a afrontar esta temporada pasada con tranquilidad y e ir dando respuesta a todo lo que iba surgiendo en el día a día.

– Como hemos dicho, compartes tu vida laboral en el camping con tu marido, ¿sois capaces de desconectar del negocio en una cena familiar o de pareja?

-Sí, comparto mi vida personal y laboral con la misma persona, ja jajá.  que es mi marido, ¡vamos a todo juntos! Con el tiempo hemos aprendido a desconectar y a disfrutar juntos como pareja, en familia y de manera individual también, porque le hemos dado la importancia al cuidado personal.

– ¿Qué significa para ti el Día Internacional de la Mujer? ¿crees que es necesario reivindicar y seguir celebrando un día así?

– Creo que la mujer se merece ser homenajeada todos los días. He estado y estoy rodeada de mujeres, grandes trabajadoras, que para mí ,son dignas de admiración y respeto.

– ¿Y cuál crees que es el mayor reto de ser mujer en estos tiempos?

-Vamos dando pasitos cortos, pero los vamos dando, el reto es ir aceptándolos y no desvanecer.

Isabel camping Rio JerteIsabel Moreno de cerca:

  • Una mujer en tu vida, un referente: mi madre.
  • Un lugar de vacaciones: no tengo un sitio definido, pero sería un lugar donde disfrutar con mi familia y amigos.
  • Una afición: el deporte en general.
  • Un momento de tu vida: el nacimiento de mis dos hijos
  • Tu plato preferido: la paella
  • Un perfume: cualquier perfume francés.
  • Un deseo para este año: que no todas las lágrimas sean de tristeza y que disfrutemos de esos momentos que te da la vida. Un compartir, un detalle, un gesto.