viernes, 29 de marzo de 2024
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Agnes Coll

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agnes-collNació en 1973 y es hija de una pionera en el mundo del camping (su madre, Ana Isern regentó el camping L’Amfora en la Costa Brava durante muchos años, del que era propietaria junto a su marido, Pierre Coll). Desde niña sus padres le inculcaron en el valor del trabajo y empezó a hacer sus pinitos en el negocio cuando tenía solo 16 años durante los veranos: recepción, bar, restaurante, compras… A los 18 años se fue a Girona a estudiar Turismo y los veranos seguía trabajando en el camping o en la agencia de viajes que su padre tenía en La Jonquera. Al terminar la carrera se fue a Lausanne (Suiza) a cursar Hotelería y después hizo prácticas en Suiza, Luxemburgo y Francia (limpieza, recepción y recursos humanos)  y trabajó unos años en la hotelería tradicional como jefe de recepción, reservas y conserjería en Cannes (Francia). Hablamos con Agnes Coll, gerente desde hace casi dos décadas del camping Turiscampo, en el Algarve portugués. Una mujer independiente, que habla fluidamente varios idiomas, y que se convierte en nuestra protagonista de hoy en este homenaje a la mujer del camping.

– ¿Qué es lo que más te llama la atención del mundo del camping?

-Lo que más me interesa y me llama la atención es la diversidad y la creatividad del trabajo: tenemos que ser arquitectos, ingenieros, financieros, artistas, psicólogos y nunca olvidarnos que nuestra esencia es el cliente.

Agnes y Pierre– En 2003 tu familia adquirió el camping Turiscampo y allí te fuiste con tu hermana. ¿Cómo fue tu llegada a Portugal tras haber vivido en Francia y España?

-Fue un desembarque radical. Llegamos a mitad de junio, ya teníamos la temporada encima con poco conocimiento del terreno, del cliente, del producto, de nuestros colaboradores, de las leyes, las costumbres y también del idioma, aunque eso fue lo de menos.

– ¿Cómo era Turiscampo en ese momento y cómo es hoy día?

-Turiscampo era un camping con potencial pero colgado en el tiempo. “La prehistoria y la Edad Moderna”, así lo definiría yo. Había cinco empleados en invierno y a día de hoy tenemos 80 en temporada baja. Cuando compramos el camping, los mobil-homes que había instalados tenían 30 años (¡los mismos que yo en ese momento, nunca lo olvidaré!). No había ordenadores, ni tenían web, ni organigama, ni control… En realidad había muy poquita cosa profesional. Lo que tenía de bueno es que estaba abierto todo el año y localizado en el Algarve, un lugar de paso y con potencial, que fue lo que vieron mis padres. Como ellos decían, aunque no nos conozca nadie el primer año, piensa que estamos en una carretera nacional, es decir, que casi todo el que visite el Algarve y quiera ir a Sagres (el punto más occidental de Europa) nos verá. En realidad nos trasladamos de una punta a otra de la Península Ibérica, del Cap de Creus a Sagres. Por eso, la primera obra que se hizo fue cambiar la entrada.

familia Coll-Un camping familiar en el que ya desde el primer momento tú te conviertes en la cara visible, ¿cómo has llevado y llevas esa dosis de responsabilidad y cuál es el papel del resto de la familia en el negocio?

-La responsabilidad la tenemos todos, mis hermanos y yo lo debemos todo a mis padres que confiaron en nosotros y nos dejaron “ manejar la empresa». Tenemos mucha suerte, porque al tener a unos padres muy emprendedores, están siempre a nuestro lado y listos a investir en el progreso. Tengo la suerte de estar al frente del camping y agradezco a toda mi familia de confiar en mí. Claro que es una responsabilidad pero, sobre todo, un gran orgullo. Nos apoyamos todos, nos ayudamos todos, todos ponemos ideas y las defendemos cuando se tienen que defender, pero siempre pesará más el interés familiar.

– ¿Te has encontrado en algún momento de tu carrera profesional alguna traba por el hecho de ser mujer?

-Sí, sobre todo en la hotelería tradicional. Al ser jefe de recepción y tener que trabajar con algunos países y mercados, no querían «hacer negocios” con una mujer.  Y al llegar a Portugal, muchos hombres no me veían como gerente del camping, me preguntaba siempre dónde estaba el jefe, el padre o el marido…

– ¿Y qué significa para ti el Día Internacional de la Mujer?

-Un día en el que se reconoce la lucha de las mujeres por ser reconocidas como tales, por ser tratadas al igual que el hombre, por el derecho de voto, el derecho al aborto, el derecho a tener cualquier lugar de trabajo igual al hombre, “ igualdad de sexo “. Un día muy importante, un día que tenemos que llevar con orgullo, por todas estas mujeres que lucharon por nosotras, un día bonito y conmemorativo.

Ana Isern y Agnes Coll– ¿Quién ha sido la mujer que más te ha inspirado en la vida?

-Simone de Beauvoir, y la primera de todas, mi madre, Ana.

– ¿Qué retos tienes pendientes en el terreno profesional?

-Muchos aún. Continuar la obra que con tanto orgullo mi familia ha creado, “terminar lo interminable”, o sea, la modernización de Turiscampo,. Y es que un camping nunca se termina. Y, sin duda, continuar luchando para que el mundo del camping en Portugal sea mejor valorado, que se vea como un negocio hecho con la misma profesionalidad que la hotelería tradicional, como un “ hotel al aire libre”.

-¿Y en el personal?

-Mi trabajo en el camping es una de mis pasiones en la vida, por esto se me hace difícil hablar de vida personal y profesional por separado, sobre todo cuando el negocio es de familia. Supongo que, como he dicho, continuar creando cosas bonitas en el camping, tener un poquito más de tiempo para viajar y leer y compartirlo con mi marido, familia y amigos.

Agnes Coll de cerca:

  • Un lugar para vivir: El Algarve, Catalunya y Florida (USA)
  • El idioma en el que sueñas: catalán
  • Una persona muy especial: mi marido, Jorge, pero también, mis padres (Ana y Pierre), mis hermanos (François y Cathy) y mi mejor amiga, Cathy.
  • Una canción: el Fado “ Gente da minha terra“ cantado por Mariza.
  • Un momento de tu vida: la primera vez que nos dieron el Superplatz
  • Una prenda de ropa: una americana
  • Un perfume: Coco Mademoiselle, de Chanel
  • Un deseo para este año: salud, clientes contentos y poder viajar.