romero1Las bondades de internet, el marketing de contenidos y las redes sociales estuvieron muy presentes en todas las ponencias de la jornada, pero Andrés Romero, que intervino a última hora, se rebeló ante sus predecesores y planteó a los empresarios la siguiente pregunta: ¿de qué sirve tener la mejor estrategia en la red si no cuidamos las relaciones personales con nuestros clientes?

Con el título «Lo que realmente nos diferencia es el servicio, no el producto», la presentación de Romero quiso «relativizar» la importancia de las acciones online, recordando que no todos nuestros clientes están en las redes sociales. «¡No perdamos el norte, la dirección la marcan tus clientes. Escúchales!», apuntó. Además, recordó que en este sector se valora mucho el trato cercano y personalizado de los profesionales y los campistas. «En los campings, la barrera entre lo personal y lo profesional no existe. Es más claro que en otros sectores porque el trato cercano es fundamental y hace que la gente vuelva», comentó durante su intervención. Con esta afirmación, el joven no quiso decir en ningún momento que los establecimientos no deban estar presentes en internet, pero sí recomendó tomarse las cosas con más calma y no descuidar lo que realmente hace fuerte a un camping: su calidez y su trato humano. «Hay que estar en todo, pero por encima de todo somos personas y nos gusta el trato interpersonal. Aunque apostemos por la presencia online, no podemos perder la relación que tenemos con el cliente». Por todo ello, dijo, no podemos reducir los recursos humanos en pro de la tecnología.

Potenciar la calidad del servicio

Romero también dio algunas ideas para mejorar la calidad del servicio y sorprender a los campistas. En primer lugar, planteó la posibilidad de incluir pequeñas sorpresas que no están anunciadas en el pack de venta para «ganarse al cliente» una vez que ha llegado a nuestras instalaciones. Por ejemplo, dejar un bombón debajo de la almohada, algún detalle de bienvenida o cualquier elemento que genere valor añadido y ayude al campista a recordar los días que pasó en el establecimiento.